domingo, 24 de junio de 2012

23/06/2010 || Alguien ha visto mi pasaporte por ahí…?


Aprovechando una pequeña intoxicación por comida (sí, otra vez por pescado… menos mal que no pido Sushi), estoy sacando tiempo para contar lo que me lleva pasando en el último mes, y empiezo hace un mes pues fue mi cumpleaños, y ante las expectantes preguntas de “¿y cómo se celebran los cumpleaños en Etiopía?” diré que no tengo ni pajolera idea pues me la pasé en Addis en busca de mi pasaporte… empiezo:

En mi cumpleaños tuve varias sorpresas, unas buenas y otras malas. 


Como buena, mis alumnos me prepararon una pequeña e inesperada fiestecilla. El día anterior a mi cumpleaños, tenían que presentarme un trabajo todos a las 4, y cuando llegué tenían la clase toda cerrada. Al entrar me recibieron con todas las mesas en círculo, alrededor de la clase, y pusieron en el centro sólo cuatro mesas con forma de cruz con una gran vela encendida, flores, unos platillos con palomitas y caramelos para todos, hierba por toda la clase, de la que usan para las ceremonias, y en la pizarra unas banderitas y pintado con tizas de colores “Feliz Cumpleaños” en amhárico, “a Diego” en inglés (para que entendiera algo). Fue muy emocionante pues no me esperaba nada y resultó que Nieves les había chivado a algunas estudiantes que cumplía años, y aunque se adelantaron un poco fue mejor, por lo inesperado y porque al día siguiente no iba a poder estar. 

Estuvimos charlando un poco, hubo un poquito de música, me dieron las gracias por ser su profesor y me dijeron que se alegraban mucho de que estuviera allí… y mira que les meto caña. Ya me han insinuado que tengo que ser su profesor hasta su graduación, pero como lo veo un poco complicado les he dicho que veremos a ver el año que viene, pero que intentaré venir a su graduación. La verdad es que me hace ilusión que me digan esas cosas, sobre todo con el mal cuerpo que se me queda cuando reparto suspensos como si fueran caramelos… .


En cuanto a la mala noticia la recibí a continuación, cuando esa misma tarde Nieves me dio una “interesante” novedad… había hablado con los del Secretariado Católico y le habían dicho que no sabían dónde estaba mi pasaporte. El Secretariado Católico es el que me está des-gestionando el permiso de trabajo/extensión de mi visa, y bien digo des-gestionando porque lo están liando más que arreglarlo; y con esto mostraron una vez más su incompetencia. 

Aunque mis cabreos son internos y habitualmente la humanidad no lo percibe (creo que sólo los detectan los perros), creo que esta vez al menos se nota en mí cierta dosis de odio que voy poco a poco expulsando de mi cuerpo cada vez que hablo del tema (y mi odio sigue latente pues a día de hoy aún no tengo pasaporte ni permiso de trabajo).

El caso es que tuve que ir al día siguiente, Cumpleaños Feliz, a Addis para ver qué había pasado, pues ya no sólo me lo habían perdido, sino que ni siquiera sabían quién lo había llevado a Inmigración (suponiendo que lo han llevado). Finalmente Nieves no pudo acompañarme pues estaba mala y fui con la superiora, que tiene por contra que ninguno de los dos sabíamos amhárico, así que nos llevamos con nosotros al chófer/mecánico que habla inglés (y que además es mi alumno) y le dijimos que abriera las orejas y nos tradujera (que en el fondo a él también le interesaba que su profesor se quedara en el país).

Al llegar allí, por supuesto, nadie se quiso hacer responsable: decían que lo habían llevado pero que no se había pagado, pero no encontraban el recibo… todo lo que decían no tenía ni pies ni cabeza. Llegó un momento en el que hablamos con el jefe de esa sección del Secretariado y con otro de los jefes y les canté las cuarenta (muy educadamente) diciéndoles que estaba muy decepcionado, que me parecía una vergüenza la forma que lo estaban llevando, que no se preocupaban en absoluto, y les dejé bien claro que la Universidad Católica en sí me daba igual, y que si me quedaba era por mis alumnos, que no se lo merecían, y porque los estudios en Zway los llevaban las hermanas que dan oportunidades a los pobres y a las mujeres, y creo que eso también merece la pena, pero que si fuera por ellos me largaba a España en cuanto tuviera pasaporte. 

La cierto es que este tipo de cosas dejan siempre mal cuerpo, pero que encima vengas voluntariamente para ayudar y ellos no pongan nada de su parte es para mandarles a tomar por ….. 

En fin, ira aparte, el día  se resumió en viajes entre el Secretariado Católico, la embajada para que estuvieran al tanto y posteriormente para solicitar mi nuevo pasaporte, y la policía para que me hiciera un papelito/denuncia de que mi pasaporte había desaparecido (auto-acusándose el Secretariado Católico de la pérdida, que los muy perros al principio querían que yo dijera que lo había perdido). 

Ante esta incompetencia, Sister Gio (que es la emprendedora hermana que ahora está en Dilla y de la que hablé en la anterior entrada), una italiana de armas tomar, dijo que iría a ver si se enteraba de algo más en Inmigración, y allá que fue con una ristra de rosarios y fotos de la virgen para ver si aclaraba algo (aquí es así, puedes lubricar ciertos asuntos con dinero o con religión). Funcionó ligeramente y al menos pudo comprobar que efectivamente no habían registrado ninguna extensión de visa desde el 23 de Abril, con lo cual deducimos, niños y mayores, que estoy ilegal en Etiopía desde esa fecha.


A lo largo de este último mes nos hemos ido enterando de más cosas, y la última teoría es que el pasaporte no ha llegado a Inmigración, y considerando el comportamiento tan irregular del que lleva el tema, yo me espero que mi pasaporte pueda hasta estar en manos de alguien (y considerando mi parecido con los habitantes de cualquier de los países árabes colindantes…). Afortunadamente declaré la pérdida en cuanto me enteré y ya está inactivo, pero no sé qué pasará ahora.

A día de hoy sé que tendré que ir a juicio por este tiempo ilegal y espero que sólo pagar una multa (que el Secretariado Católico pagará), pero tengo que recibir el pasaporte y finalizar el permiso de trabajo… Quién sabe si pase algo más y me deporten, y la siguiente entrada del blog la haga desde España… o peor, desde la prisión (jeje, me río porque me han asegurado que esto no pasará, pero no sé si reírme muy alto).


Como detalle de mi viajecito a Addis puedo decir que encontré a la persona con las rastas más largas que he visto en mi vida, que le llegaban hasta los tobillos. 

Y a colación del movimiento rasta, me han comentado este año, que nació aquí (que soy un ignorante de la vida). Jemil, en una de nuestras quedadas me comentó un poco el origen de Ras Tafari. “Ras” es un título que se da a algunos hombres, como “Señor”, y este hombre conocido como Ras Tafari, con origen en el sur de Etiopía, en Sashemene, se convirtió en rey (rey Haile Selassie) e hizo mucho por el pueblo etíope, por lo que mucha gente lo admiraba y la gente decidió seguir el estilo que llevaba antes de ser rey (con lo que ahora llamamos rastas). En Sashemene concretamente hay un barrio entero de gente rasta que tienen cierta independencia/libertad en ciertos temas (como el consumo de ciertas sustancias) aunque aún no he ido a comprobarlo personalmente. Por contrastar, la Wikipedia dice otra cosa, y dice que el origen es Jamaica, y directamente decían que era la reencarnación de Dios. Como yo en temas de religión no me meto, y no tengo ni idea de cual es la verdad, aquí lo dejo y que cada uno crea lo que quiera.

Hablando de Jemil, otra de las sorpresas agradables que recibí en mi cumpleaños fue su regalo: una guía de animales de Etiopía. Es de las que dan gratis y no es nada del otro mundo, pero él lo ha hecho de una manera especial y estoy convencido que es algo que tenía porque le gustaba y ha preferido dármelo, así que lo tomo como un gran regalo. Incluso me ha grapado un pequeño mensaje felicitándome el cumpleaños ¡qué “salao”!


Como siempre, prefiero quedarme con el cariño de la gente, que con la mala leche que me embarga, así que pasado el tiempo tengo un buen sabor de boca de mi cumpleaños.

sábado, 2 de junio de 2012

01/06/2010 || Carrera por las colinas – Colinas en Dila – En Dila no todo lo falso viene de China


Saco de mí mente cosas pasadas antes que mi memoria de pez haga estragos con mis recuerdos…


Hace prácticamente un mes hubo en Zway una “carrera” organizada por un grupo de italianos alrededor de los lagos de Etiopía. Es una organización que prepara este tipo de eventos deportivos, para dar a conocer países quizá no tan turísticos. Aquí llevan un par de años haciéndolo, y espero que sigan así pues lo pasamos muy bien, y creo que es algo positivo tanto para los que vienen como para los locales (pues es divertido, y a los que participan en organización les dan una pequeña recompensa económica, que les viene bien también).

La carrera comenzaba en zona Adami Tulu, más allá de la iglesia de Gabriel. Primero quedamos con algunos amigos, que iban a participar, y desayunamos relajadamente (aquí es así, todo relajado… cafetito y bombolino, que es como un donut). Para llegar allí fuimos en el camión, circulando por caminos estrechos, que a tramos parecían túneles creados por los árboles, otros tramos pasando junto a arroyos que desembocan en el lago, chozas y en ocasiones cruzándonos con garis (carros) repletos de gente de los poblados que van a la ciudad.

Al llegar a la salida, allí estaba todo el mundo calentando para la carrera. Realmente parecían hormiguitas pues estábamos situados en una vasta pradera, con algún que otro árbol y una entrada del lago en la tierra. Los niños se bañaban alegremente,  ajenos a la adrenalina de la gente ante una carrera que, sin ser competitiva, pondría a prueba a la mayor parte de ellos, pues eran 14 Km y la mayoría de los locales están en forma, pero no se puede decir que entrenen diariamente. Como detalle había unas cuantas vacas que se acercaban a las bicis preguntándose a qué especie corresponderían esos serescon ruedas... 

En la carrera, yo no participé como corredor, pero como estas cosas no me las puedo perder, hice de bici-escoba (bici de mi amiga Birtukan) que tras menos de 20 minutos necesitó pues no podía más e hizo que mi “simplemente acompañamiento” se convirtiera en “ahora corres un rato”. Como obviamente íbamos los últimos, y reíamos más que correr, lo tomamos con tranquilidad, avanzando poco a poco para no descolgarnos del todo (pero esperando que el camión pasara a recoger a Birtukan) y disfrutando con los ánimos de los locales, que sin tener muy claro por qué corríamos sin tener demasiada prisa, les hacía gracia que un blanquito sin ropa de deporte corriera cual gacela coja mientras el resto había pasado 10 minutos antes.

En esta aventurilla fui acompañado por mi nuevo amigo Jemil (que presentaré posteriormente) y la carrera transcurría por zona de montaña, con caminos un tanto escarpados a ratos, con grandes piedras, y donde, o ibas andando, o te matabas. Sin embargo, el ir por la montaña reportaba una vista increíble, ya no sólo del lago, sinode toda la costa, de las islas y una vez que pasamos a zona de interior, de máscolinas en un paraje prácticamente desértico

Afortunadamente para mí, el camión pasó bastante pronto, recogió a Birtukan, y pude retomar mi camino en bici. Poco a poco fuimos alcanzando a los últimos participantes (algunos de ellos nuestros amigos) y entre risas y algún que otro sprint, llegamos sin problemas a la llegada, donde nos esperaban el resto de la organización con bolsas con galletas, agua y premios para los primeros de cada categoría (los locales, no los italianos). La llegada estaba ubicada junto a un río, con unpequeño salto de agua, donde parte de la gente pudo refrescarse. 

Tras el evento, nos subimos todos en el camión cual ganado bovino (y algunos habitantes de la zona quisieron también  venir…) y volvimos a Zway. En este punto, tuvimos el disgustillo que casi amarga el día. Al llegar a la ciudad, descargamos las bicis que venían en el camión de diferentes personas y por lo visto la única que traían los organizadores, fue cogida por un polizón de Adami Tulu… Todo el mundo preocupado, intentando recordar a la persona que podía haber robado la bici, y los organizadores, con razón, decepcionados con lo acontecido... Afortunadamente para todos, tras tres horas, el polizón (no siendo muy listo) seguía en la ciudad con su bici robada, y uno de los profesores del College lo reconoció, le cogió la bici (no sé si le hizo algo más), y le devolvió la bici a los organizadores… En definitiva tuvimos final feliz, y esperemos que el incidente, no haga que esta iniciativa pare este año.

(
Como he anticipado, tengo un nuevo amigo. Aunque nadie lo pueda creer, he encontrado un tándem de conversación hasta en Zway, jeje. Es un chico de 17 años que ha estado varias veces en España y quiere practicar español, y hemos hecho un trato y está intentando ayudarme con el amhárico. Es muy simpático, y aunque no tengamos conversaciones filosóficas es bastante entretenido hablar con él. Él es suficientemente listo como para conseguir que mucho tiempo hablemos en español, pero al menos yo soy lo suficientemente listo como para que me cuente cosas del país, de la cultura, de historia… con lo que aprendo de Etiopía en español.
)


Además de la carrera, unas semanas después, he tenido la oportunidad de visitar una de las ciudades en el sur. En la misión que tienen las hermanas en Dilla (leído Dil-la), inauguraban una clínica y una capilla, y ya que estaban celebraban el día de Maria Mazarello (la fundadora de las salesianas), así que aprovechando el pack de tres, para allá que fuimos monjas diversas y un par de voluntarios a pasarlo bien.
Dilla ocupa varias colinas y cuando lo veíamos al llegar tan sólo se divisaban tejados entre zonas de densa vegetación y una ligera niebla que cubría las partes situadas en valle.

En cuanto a la fiesta consistió, como no podía ser de otra forma, en misa y comilona, y participaron más de 1000 personas. La verdad es que estuvo muy bien, y como yo estuve de técnico de sonido (controlando un poco los altavoces junto al coro) fue bastante ameno. 

Al margen de la fiesta, dos cosas me agradaron especialmente:

-    Hablar con una de las monjas que antes estaba en Zway, que tiene una mentalidad emprendedora que asustaría a cualquiera. También tiene bastante sentido común que, quizá por mi ignorancia, no me esperaba encontrar tan claramente en una monja: me estuvo hablando de algunas alumnas, y por lo visto a una de ellas le pegaba su marido, y básicamente le dijo que le abandonara, le mandara a paseo y se quedara ella sola que estaba mejor (parece lógico, pero no siempre la religión acepta cosas lógicas).

-     Otra sorpresa agradable fue el paisaje del sur. Africa ecuatorial en pleno, todo verde, lleno de vegetación por todos los lados, sean explanadas llenas de hierba, zona montañosa con arbustos y árboles, o plantaciones privadas con plataneras y falsa banana, contrastado por ciertas zonas de tierra rojiza. Jóvenes (casi todos con edad de estar en la escuela) vendiendo mangos, piñas y papayas a pie de carretera. Chozas (bastante grandes por cierto), junto a los caminos con un gran tejado de paja que parecía que iba a salir en llamas, pues no tienen chimenea, y el humo del fuego que hacen en el interior, sale por donde puede. Además, pude ver por primera vez cómo es la planta del café, que es comoun gran arbusto, con unas bolitas verdes que son los granos de café.

Por si no ha quedado claro cuando he dicho “falsa banana”, pues yo no lo había visto nunca hasta que no he llegado aquí, es un tipo de palmera, prácticamente igual que la platanera/bananera, pero que no produce plátanos. 
Y ante las preguntas ¿entonces para qué la usan si es falsa? ¿Acaso la cultura del “Todo a 100” ha llegado a las plantaciones de Etiopía? 
No. 
Esta planta la aprovechan incluso más que la verdadera bananera. Con el tronco hacen artesanía, el tronco y las hojas los utilizan para mantener alimentos, y con las raíces hacen cocho (la textura y aspecto es similar a la yuka, y la fríen para comerla… a mí no me ha gustado especialmente), bulla (leído bul-la, una especie de gelatina negra, que al margen de su horrible aspecto, mezclado con especias o con azúcar está bueno), bulla fir-fir (hacen una especie de harina y lo fríen con cebolla, quedando una mezcla granulada, muy rica para comer sola y mejor en ensalada)… y probablemente algún otro uso que ahora mismo se me escapa.



Para finalizar, con algo que no tiene nada que ver con lo anterior, una profunda y trascendental duda que me acontece tras ir a un “supermercado” en mi búsqueda de productos de higiene personal… ¿qué hace aquí, y que público esperan atraer, importando champú de Eslovaquia para rubios?… 

… como consecuencia de esta duda que me subyuga, terminé comprándolo…  jeje.